El pasado domingo bajó el telón la edición centenaria del
Tour de Francia con la victoria del gran favorito, Chris Froome. Sin entrar a analizar su extraña trayectoria (con su enfermedad de bilharza, su sorprendente
aparición y las dudas de dopaje que hay sobre su equipo), lo cierto es que el británico
es un digno vencedor de Tour. Fue el más fuerte tanto en la montaña como en la
contrarreloj y dio siempre la cara ante los ataques de sus rivales, tanto que a
veces su actitud se volvió en su contra. Pero para el espectáculo siempre es
preferible un ciclista que arriesga a otro que lleva todo calculado.
Tácticamente, su modo de correr es tan inexplicable como el del resto de su
equipo, el Team Sky, que cuida hasta el último detalle pero que demuestra que
de tácticas de carrera sus conocimientos son casi inexistentes.
Ahora surge la pregunta de hasta cuándo durará el reinado de
Chris Froome. Desde su repentina aparición en la Vuelta de 2011, su progresión
es espectacular. Cada día va a más, corre en el equipo más fuerte y cuenta con
28 años, por lo que aun tendría unos cuantos más al mejor nivel. Además es un
gran profesional (no como su compañero Wiggins), un chico humilde y tiene
hambre de victorias. Desde luego, cuenta con muchos ingredientes para
convertirse en un dominador en los próximos años, sin embargo en este Tour ha
surgido un ciclista que parece tener el futuro reservado para él. Nairo
Quintana es la mejor aparición de un escalador en el Tour desde Marco Pantani.
Venía como acompañante de Valverde en Movistar pero ha terminado segundo en la
general, ganando el maillot de la montaña, siendo el mejor joven y con un
triunfo de etapa.
El tiempo dictará sentencia pero Froome y Quintana son los
que ahora mismo parten con ventaja para ser los mejores vueltómanos en los próximos años, aunque no habrá que olvidar a
otros que aun tienen cosas que decir como Contador, Valverde o Purito
Rodríguez.
Foto: lavanguardia.com