Esta noche se disputa el primer Clásico de 2013 y la duda a esta hora es quién ocupará el arco del
Real Madrid, si Antonio Adán o Diego López. Es un capítulo más del esperpento
que ha provocado José Mourinho con la portería del equipo blanco y que ha
tenido un principal damnificado, Antonio Adán.
Independientemente
del futbolista que finalmente elija el técnico portugués, el fichaje de Diego
López demuestra que la suplencia de Iker Casillas no se debió a razones
deportivas. Si el de Setúbal considerara a Adán como el titular del equipo, la
lesión de Casillas no hubiera supuesto ningún problema ni se hubiera fichado a
ningún otro portero porque el puesto de guardameta seguiría bien cubierto. Pero
ha ocurrido exactamente lo contrario, con un portero además de primer nivel e
internacional por España, lo que deja claro que Mourinho no confía en Adán, ¿acaso
si el lesionado hubiera sido éste se habría contratado a otro arquero?
Mourinho dejó en el banquillo a Casillas por un tema
personal y para ello utilizó de una manera deleznable a Adán, que se ha visto
envuelto en una polémica en la que nunca debió participar y que ha creado una
tensión que se ha visto reflejada en la propia actuación del canterano, al que
se veía temeroso bajo los palos. Y ahora justo que la lesión de Casillas daba a
Adán la oportunidad de su vida de ser titular en su equipo de siempre, la
dirección técnica ficha otro arquero, decisión que seguramente minará la moral
de Adán y que sepultará no solamente su ocasión de demostrar su valía con
continuidad, sino también sus opciones de seguir la próxima temporada.
Antonio Adán no ha sido nunca un portero de garantías para
Mourinho. Para el portugués no ha sido más que una herramienta para fastidiar a
Iker Casillas por las más que evidentes malas relaciones existentes entre
ellos. El número 13 del Real Madrid queda ahora en una situación delicadísima,
todo ello gracias a una venganza de Mourinho en la que él no tenía nada que
ver.
Foto: que.es