La pantomima en la que se ha convertido la Operación Puerto
ha avergonzado hasta a los políticos españoles (que ya es difícil), que se
llevan ahora las manos a la cabeza exigiendo que se siga investigando y que se
celebre un nuevo juicio después de realizar una labor más que reprobable a la
hora de esclarecer todo el ocultismo que rodea a las grandes operaciones antidopaje
llevadas a cabo en España. En su intento por lavar la imagen del deporte
español, la nueva Agencia Estatal Antidopaje realizó la semana pasada unas
jornadas hablando de cómo se lucha contra los tramposos en nuestro país.
Toda esta parafernalia parece una pose de cara a la galería,
justo cuando se acerca la elección de la ciudad que albergará los Juegos
Olímpicos de 2020 a los que opta Madrid. La lucha antidoping en España sigue en
entredicho, más aun cuando ha vuelto a salir a la palestra el nombre de Marta
Domínguez, cuyo pasaporte biológico muestra irregularidades durante el año
2009. Su caso es el ejemplo más plausible del deportista español involucrado en
casos de dopaje pero que cuenta con el amparo de nuestros responsables
deportivos y políticos. De hecho es senadora desde 2011.
Cuando en 2010 fue detenida y acusada de un delito contra la
salud pública y de blanqueo de dinero tras la investigación de la Operación
Galgo parecía que su carrera se iba a desmoronar. Sin embargo, todo quedó en
nada. La noticia de la Operación Galgo, que parecía iba a sepultar al deporte
español, se diluyó entre razones de persecuciones políticas y procedimientos
ilegales de investigación. No se dio ninguna explicación concreta. Marta
Domínguez, a la que también se ha relacionado con la Operación Puerto, quedaba
como una víctima y las autoridades antidopaje españolas volvían a mirar hacia
otro lado.
Haya hecho o no trampas, el caso de Marta Domínguez merece
una aclaración por parte de los organismos implicados. Los silencios no hacen
más que aumentar las sospechas. Se echa en falta alguna explicación más sólida
que el “fue una persecución política”. Más si cabe cuando los nombres de
algunos de los otros implicados como Eufemiano Fuentes o Manuel Pascua no se
tienen considerados como adalides de la limpieza deportiva. Es un buen momento
para demostrar que el sistema antidopaje ha cambiado en España.
Foto: elconfidencial.com