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martes, 30 de octubre de 2012

De los "brotes verdes" al "está saliendo de la crisis"


Si por algo se recuerda a la que fuera ministra de Economía de 2009 a 2011, Elena Salgado, es por esa frase que pronunció justo cuando la crisis comenzaba a desangrar la economía española: “se empiezan a notar brotes verdes”. Un error imperdonable y que pensábamos que nunca volveríamos a ver pero Fátima Báñez, Ministra de Empleo, se aventuró ayer a hacer una afirmación tan inesperada como inverosímil: “España está saliendo de la crisis”. Quizá porque, como Salgado, también quiere formar parte en la desastrosa historia de la crisis, la parte negativa, la de los políticos irresponsables, seguramente porque es consciente de que, hasta el momento, no ha hecho ningún mérito para ocupar un puesto de honor.
La frase la pronunció con convencimiento, con esa seriedad con la que solo hablan los que se creen poseedores de la verdad. Pero lo que no se dignó a explicarnos son los motivos para tan optimista previsión, a no ser que entendamos por motivos el “porque se ven ya señales esperanzadoras”. Desde luego, no sé quién cuenta con el privilegio de ver esas señales porque uno se aventura a leer los últimos datos de la economía y el panorama resulta bastante desalentador: 5.778.100 parados, una caída del consumo del 12%, cinco trimestres en recesión y unas previsiones deprimentes.
Si algo está exacerbando a los ciudadanos durante la crisis es el empeño del gobierno por ocultar la realidad. Tal vez porque dudan del intelecto de la sociedad o tal vez por crear optimismo, pero ninguno de estos dos propósitos arrojan convencimiento. Sería de agradecer algo de responsabilidad y que nos contaran desde el gobierno la realidad de la situación y cómo piensan solucionarla.

Foto: 20minutos.es

sábado, 27 de octubre de 2012

Empezar de cero


ASO y la UCI han decidido dejar vacantes los siete Tours logrados por Lance Armstrong entre 1999 y 2005. La UCI, otrora defensora a ultranza del tejano, ha aceptado las acusaciones de la USADA contra Armstrong y ha despojado a éste de sus victorias. “Lance Armstrong no tiene hueco en la historia del ciclismo”, decía hace algunos días Pat McQuaid, presidente del máximo organismo ciclista internacional.
Nadie duda ya de que Armstrong ha sido el máximo exponente de la época más oscura del dopaje en el ciclismo y uno de los mayores tramposos de la historia del deporte, sin embargo existen también otros corresponsables que parece se marcharán de rositas a pesar del escándalo destapado. Lo que deja claro el informe de la USADA es que la UCI era consciente de las prácticas ilegales del US Postal pero sus dirigentes siguen siendo ahora los mismos que entonces y, lo que es peor, no se espera que tomen ninguna decisión al respecto. Por el bien del ciclismo, dirigentes, directores deportivos y médicos, que han sido protagonistas de esta década maldita, deberían abandonar inmediatamente este deporte. El ciclismo necesita una recuperación completa, empezar de cero, que gente joven pase a dirigirlo, tanto desde los coches como desde los despachos. Si esto no sucede, en poco tiempo volverán a sucederse los escándalos porque ni el caso Festina ni la Operación Puerto sirvió para limpiar completamente este deporte y ahora es una buena oportunidad para hacerlo.
No obstante, no hay que olvidar que el caso Armstrong es otra muestra de la persecución que vive el deporte de la bicicleta y de la hipocresía de los medios de comunicación que no dudan en atacar al ciclismo mientras tapan prácticas que se realizan en otros deportes. El ciclismo es víctima de una campaña de desprestigio que quiere hacer ver que es el único deporte donde existe un dopaje masificado y que oculta que medidas habituales en el deporte son consideradas dopaje en ciclismo. Este deporte está luchando por la limpieza y eso se echa en falta en algunos otros.

Foto: mundodeportivo.com

lunes, 8 de octubre de 2012

El Madrid aleja fantasmas pero sigue a 8


El Clásico de ayer sirvió para demostrar por enésima vez la categoría de dos futbolistas como Messi y Cristiano Ronaldo y para que el Real Madrid alejara definitivamente los fantasmas que merodean al equipo cada vez que se enfrenta al Barcelona. Por fin Mourinho sacó la alineación de más calidad, olvidándose de trivotes y de planteamientos miedosos o casi violentos. El único ataque de entrenador que tuvo el de Setúbal fue el meter a Essien en los últimos minutos y, curiosamente, esa decisión casi cuesta el partido a los blancos. El Real Madrid ya no teme al Barça y la diferencia entre ambos es casi inexistente, esto no sirvió ayer para conseguir la victoria pero sí puede tener su importancia de cara al futuro.
Sin embargo, el que salió más beneficiado del encuentro de ayer fue el Barcelona. Sólo el error de Pepe permitió a los de Vilanova despertarse después de una primera media hora a merced de los merengues. Desde ahí, y guiados por un excepcional Messi (seguramente el mejor del partido), los blaugrana comenzaron a dar la cara al partido pero da la sensación de que este Barça no es el de años anteriores, le falta fluidez en el juego y, sobre todo, carece de la seguridad defensiva que era una de las mejores armas que tenía el equipo con Guardiola. La carestía defensiva se ve aumentada además por las bajas, que obligó ayer a Vilanova a sacar una defensa de circunstancias. Este hecho es lo que más debe alegrar a los culés y lo más achacable al Real Madrid. Los primeros fueron capaces de mantener la diferencia de ocho puntos y los segundos dejaron escapar vivos a un equipo devaluado. Por ello, el Barça debe estar muy satisfecho tras el Clásico.
Pero lo más destacable del partido del Camp Nou ayer fue la deportividad. Los jugadores demostraron que la intensidad no tiene nada que ver con la violencia. La imagen de los contrincantes abrazados tras el pitido final es la mejor señal de que la época de la crispación entre los dos grandes clubes de nuestro fútbol ha quedado atrás.
¡Ah! También hubo reivindicación política en el estadio pero quedó totalmente eclipsada por el gran partido.

Foto: elconfidencial.com