El pasado miércoles, España eliminaba a Portugal de la
Eurocopa pero en muchos mentideros futbolísticos la discusión se centraba en la
figura de Cristiano Ronaldo. ¿Ha hecho suficientes méritos en la Euro 2012 como
para llevarse el Balón de Oro? En realidad, no es una cuestión nueva. Se trata
de un tema recurrente desde principios de año cada vez que el portugués o su
archienemigo Messi marcaban un gol. Una individualización del fútbol llevada a
tal punto que muchos siguen con más interés el duelo entre los dos astros
actuales que el resultado de una competición.
La situación ha derivado de tal manera que algunos
madridistas admiran más a Cristiano Ronaldo que a su propio club o selección. Hasta
algunos dudaban si apoyar a España en el enfrentamiento contra el combinado de
su idolatrado portugués. Seguro que estos mismos se lamentaban en las
decepciones de España y celebraron como nadie sus recientes éxitos pero ahora,
llevados por ese ridículo fanatismo que se vive en el fútbol español, se
apenaban por dejar al de Madeira fuera del campeonato europeo. Parece que hay
quién no se acuerda de que el Real Madrid ya existía antes de que llegara
Cristiano Ronaldo y de que ya era el club más importante de la historia
habiendo ganado numerosos títulos. De hecho, desde que el portugués llegó solo
se ha ganado una Copa del Rey y una Liga, una nimiedad en un palmarés plagado
de éxitos. Y cuando Cristiano deje el Real Madrid, éste seguirá existiendo como
pasó con todos, incluidos Raúl o Di Stéfano.
El fútbol es un deporte colectivo engrandecido, por
supuesto, por las grandes figuras que aparecen cada cierto tiempo como ahora
Cristiano Ronaldo o Messi. Pero los títulos que valen son aquellos que logran
el colectivo como la Champions, la Liga, el Mundial o la Eurocopa. El Balón de
Oro solo es un mero entretenimiento más dentro de este deporte pero no puede ni
mucho menos tener más valor que los verdaderos títulos.
Foto: que.es