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viernes, 22 de marzo de 2013

Chipre no pasa por el aro



Se acercaba el momento en el que la Unión Europea (léase Alemania) propondría medidas más drásticas y dolorosas como contraprestación a los rescates de los países del sur. Y qué mejor que hacerlo con un país de apenas un millón de habitantes y cuya importancia dentro de la cúpula europea es mínima. Chipre era un lugar idóneo como banco de pruebas y así se decidió que sus ciudadanos pagaran las deudas que los bancos habían contraído con un impuesto directo a las cuentas bancarias. Atrás quedaba la protección a los depósitos de menos de 100.000 euros.
Es cierto que el sistema financiero chipriota posee unas peculiares características y que una mínima parte del dinero de esos depósitos proviene de inversores rusos que utilizaron la ventajosa situación fiscal de la isla para lavar dinero pero la situación era ya conocida por los dirigentes europeos allá por 2008, cuando Chipre introdujo el euro y, aun así, los ciudadanos no son ni de lejos responsables de esta situación.
Con lo que no contaban los dirigentes europeos es con la negativa de la totalidad del Parlamento chipriota a las exigencias. La desastrosa política de la Unión Europea durante la crisis económica ha llegado a un punto límite y las voces discordantes gritan cada vez con más fuerza. En Chipre parece que no están dispuestos a pasar por el aro. Ninguno de los rescates anteriores a países de la Unión Europea mejoró la situación. Ni en Grecia, ni en Italia ni en España. Y es difícil aceptar unas exigencias aun más drásticas que en aquellos estados.

Esta negativa pone en un brete a los mandamases de Europa, que se han mostrado incapaces de establecer un Plan B que solucione la papeleta. La única respuesta ha sido la de un ultimátum para que el Gobierno de Nicosia arregle la situación antes del lunes y mientras asisten expectantes a los debates que estos días se desarrollan en el Parlamento del pequeño país mediterráneo. 


Chipre se encuentra ahora ante una situación que le puede llevar hasta salir del euro. Quizá incluso sus ciudadanos obliguen a sus gobernantes a no pagar su deuda como ya ocurriese en Islandia. Posiblemente este ultimátum se convierta en una bomba que termine explotando en las manos de los dirigentes europeos, con las consecuencias desastrosas que supondrían para el futuro del euro y de la unión.

Foto: lavanguardia.com

miércoles, 6 de marzo de 2013

La Semana Mágica del Real Madrid



Hace apenas dos semanas, la temporada pintaba mal para el Real Madrid. Navegando a la deriva en la Liga casi desde el comienzo, la Copa y la Champions eran la única esperanza para los merengues, pero los partidos de ida ante Barcelona y Manchester United habían puesto las eliminatorias cuesta arriba para los de Mourinho, que en apenas una semana se jugaba la temporada con sendos partidos de vuelta, además del Clásico liguero en medio de ambos.
Sin embargo, el Real Madrid ha culminado su semana mágica con un rotundo éxito. De más a menos, comenzando con una exhibición en el Camp Nou y sufriendo en Old Trafford, pero encarrilando las dos competiciones en las que todavía sigue vivo. De paso, estos triunfos sirven para asestar un duro golpe a la moral de su máximo rival, el Barcelona, que a pesar de tener la Liga casi en el bolsillo, se encuentra sumido en la mayor crisis física, de juego y de identidad desde el año 2008.
A pesar de cosechar estos triunfos, la temporada del Real Madrid solo podría ser calificada de exitosa si consigue levantar la ansiada décima Copa de Europa. La Liga está, salvo debacle blaugrana, imposible y la Copa se antoja un título insuficiente para un equipo como el Real Madrid. La confianza y la capacidad para ganar la Champions la tienen pero el nivel de juego que empleó el equipo ayer en Manchester parece insuficiente para tal propósito. Tan solo en el Camp Nou el pasado martes se vio a un gran Real Madrid, ni siquiera en el triunfo liguero ante los blaugrana los de Mourinho realizaron un gran partido, que ganaron más bien por demérito culé. Restan una final en Copa y cinco en Champions para que la semana mágica blanca no quede en una anécdota dentro de una temporada mediocre en Liga, un nuevo reto para un Mourinho acostumbrado a ellos.

Foto: marca.com