El Real Madrid perdió ayer una oportunidad de oro de completar una de las mejores temporadas de su historia. Solamente dos veces había conseguido vencer en Liga y Copa de Europa en la misma temporada hace ya más de 50 años. En este 2012 podría haber vuelto a repetir esa gesta y haberlo hecho además superando al mejor Barcelona de todos los tiempos, al que ha logrado destronar a nivel nacional pero no a nivel europeo. Quedó eliminado por penaltis en un partido que nunca debió llegar a esa tanda ya que vencía 2-0 en el minuto 15 y tenía al Bayern de Munich contra las cuerdas. Pero ese aparente buen resultado se tornó en contra del Madrid porque José Mourinho decidió que era momento de aguantar el marcador en lugar de atacar para haber dejado resuelto el pase a la final de la Champions League.
Mourinho volvió a mostrar su estilo más conservador, el real. Ese que le hace especular con el resultado en lugar de sentenciar al rival. Muchas veces le ha funcionado porque tácticamente es un gran entrenador y porque siempre ha contado con buenos futbolistas, pero ese juego especulativo no vale en Chamartín.
El Real Madrid no es el Oporto ni el Chelsea ni el Inter. El Real Madrid está por encima y por eso hay que exigirle más. Por presupuesto, por plantilla y, sobre todo, por historia. Aunque el técnico de Guimaraes sigue sin entender lo que significa el madridismo y por eso plantea sus partidos como siempre lo ha hecho, independientemente del club al que defiende.
Pero José Mourinho no engaña a nadie. Ese era su estilo cuando lo fichó el Real Madrid y este es ahora. Exactamente el mismo. El club blanco sabía lo que fichaba y el Bernabéu sabía lo que podía ofrecer el portugués. Y lo cierto es que parece que no le está yendo nada mal porque una gran parte del madridismo está con él.
Foto: elmundo.es
jueves, 26 de abril de 2012
lunes, 23 de abril de 2012
Iglinskiy da la enésima sorpresa en las clásicas
Maxim Iglinskiy consiguió ayer la victoria en una de las
carreras más importantes, la Lieja-Bastogne-Lieja. Un inesperado triunfo que se
une a otras sorpresas que se vienen produciendo en los últimos tiempos en el
mundo del ciclismo. Cuatro de los cinco monumentos de 2011 fueron ganados por
ciclistas que, en principio, no entraban entre los favoritos. Goss en San Remo,
Nuyens en Flandes, Van Summeren en Roubaix y Zaugg en Lombardía dejaron con la
miel en los labios a los, a priori, outsiders. Este año Gerrans, Gasparotto y,
ayer, Iglinskiy han levantado los brazos en algunas de las clásicas más
importantes sin contar en la mayoría de las quinielas. Si bien todos estos son
corredores son de un buen nivel no partían en ningún caso entre los favoritos.
Este hecho supone un auténtico filón para los 'conspiranoicos',
que achacan al dopaje cualquier resultado más o menos inesperado. Lo cierto es
que, antes de ofrecer una explicación tan simplista a esta situación, habría
que analizar el por qué se produce en los últimos tiempos.
Un hecho a tener en consideración es que en el ciclismo
actual faltan auténticas figuras, quizá solamente Tom Boonen, pero el año
pasado no estaba en forma. Este año, que está seguramente al mejor nivel de su
carrera, nadie le ha tosido en las piedras. Por el contrario, el nivel medio sí
que es muy alto por lo que el número de posibles vencedores aumenta.
La manera de competir en la actualidad también influye en
estos impensados resultados. Todo se mide hasta el último milímetro. Los
directores de los equipos quieren tener todo bajo control y los ciclistas miden
cada esfuerzo. Por el contrario, hace años cada carrera era una batalla a tumba
abierta y, a falta de mucha distancia para la línea de meta, el pelotón estaba
completamente roto. Hoy día, los gerifaltes generalmente no se mueven hasta que
la llegada no queda cerca y el grupo de favoritos suele ser muy amplio a poca
distancia para la meta, por lo que el abanico de candidatos a la victoria es
mucho mayor.
Lo cierto es que parece que algunos entienden que una
victoria en una carrera importante solo tiene gran nivel si la consigue uno de
los capos pero el que haya muchos candidatos a la victoria también es un
aliciente más de este deporte y habla bastante bien del nivel que hay en el
pelotón hoy día.
Foto: Reuters
domingo, 22 de abril de 2012
Golpe de campeón
El Real Madrid venció ayer por dos goles a uno al Barcelona
en el Camp Nou y sentenció prácticamente la Liga. Cuenta con una diferencia de
siete puntos sobre los culés cuando solo faltan doce por disputarse. Esta victoria
podría suponer solamente un nuevo título de Liga para los blancos, el trigésimo
segundo de su historia, uno más de un equipo acostumbrado a ganar. Pero lejos
de eso, el triunfo significa mucho más para el Real Madrid. Los blancos llevan
oyendo toda la temporada que la diferencia frente al Barça no era
real porque había que restar los tres puntos que lograrían los azulgrana en el
Clásico del Camp Nou, por ello los jugadores merengues querían demostrar que sí
que pueden vencer en la cancha del eterno rival. Incluso si el conjunto de
Mourinho hubiera logrado el título de Liga sin ganar en el Camp Nou, todavía quedarían voces que dudarían que los blancos estuvieran a la altura de los de Guardiola. La incapacidad blanca de vencer al Barcelona en los tres últimos años
suponía una losa muy importante en el madridismo pero ayer, por fin, se pudo
vencer a los azulgrana y dar un golpe sobre la mesa, un golpe de campeón,
porque el Madrid no ha dejado nunca de serlo y, ahora si cabe, lo es más aún
porque conseguirá el campeonato después de tres años de dominio azulgrana. Todo ello además sin polémicas ni 'trivotes', solamente con fútbol y goles.
El resultado de ayer supone un cambio de ciclo. Esto no
significa que a partir de ahora el Madrid vaya a ser el dominador del fútbol
español y europeo sino que el Barcelona sabe que su rival es mucho más fuerte
que antes y puede vencerle en cualquier situación. Los azulgrana son
conscientes de que el Madrid está a un nivel similar o superior al suyo y de que ya no serán ese equipo que arrollaba
en todas las competiciones y que humillaba a los blancos enfrentamiento tras
otro.
Foto: futbolred.com
jueves, 19 de abril de 2012
Dudas a dos días del Clásico
A dos días del Clásico, Barça y Real Madrid se hallan en uno
de los momentos más complicados de la temporada. El pase a la final de la
Champions se les ha puesto cuesta arriba. Los dos tienen que remontar y
llegarán a los partidos de vuelta muy desgastados tras el encuentro del sábado.
El partido del Madrid fue muy preocupante. No tanto por la
derrota sino por las sensaciones. El equipo de Mourinho parece llegar a la
parte decisiva de la temporada con algunos de sus jugadores muy mermados
físicamente. Es el caso, sobre todo, de Xabi Alonso. El tolosarra lleva unos
partidos lejos de su mejor nivel y eso lo nota el equipo, que juega últimamente
sin ningún control. Este bajón físico puede ser clave en el Clásico y en la
vuelta de la Champions. Sin embargo, el Real Madrid está en condiciones de
remontar gracias al gol de Özil, que hace que el resultado sea asequible en la
vuelta. Además, el Bayern no fue superior al equipo madridista y solo pudo
ganar al final gracias a un error defensivo y a que el Madrid fue bastante
contemplativo con el 1-1.
La derrota del Barça fue más inesperada. Su superioridad
frente al Chelsea no admite dudas y de la manera en que se desarrolló el
partido los de Guardiola debieron vencer con claridad. El equipo londinense
hizo un planteamiento ultradefensivo y, ayudado también por la suerte, logró
imponerse a los azulgrana. Es otra manera de ganar, menos bonita que otras pero que ayer fue efectiva. El
Chelsea no está en un momento como para jugarle de tú a tú al Barcelona e hizo
lo que debía. Parece complicado que le funcione también en el Camp Nou pero la
victoria de ayer sirve para aumentar notablemente sus posibilidades de acceder
a la final. Aun así, espero que Mourinho no tomara notas ayer de lo que
hicieron los hombres de Di Matteo porque el Madrid sí que está capacitado para
jugarle de una forma más valiente a los de Guardiola.
Ambos equipos deben pensar ahora que el partido del sábado
es otra competición y que hay que dejar para la semana que viene la remontada pero
es inevitable que el Clásico condicionará los partidos de vuelta, al que ambos
llegaran cansados porque no pueden escatimar en esfuerzos este sábado. El Real
Madrid porque podría sentenciar la Liga y el Barcelona porque, si no gana,
tendría complicadísimo el título.
jueves, 12 de abril de 2012
El Madrid se acerca a la Liga
El Real Madrid llegaba ayer al Vicente Calderón con una
presión tremenda. Habiendo cedido tres empates en los últimos partidos y con el
Barça a un punto tras la victoria del martes ante el Getafe, no ganar el
partido supondría jugarse la Liga en el Camp Nou. Sin embargo, los de Mourinho
dieron ayer un golpe de autoridad al campeonato y se acercaron seriamente al
título. No fue el partido más brillante del Real Madrid, que tuvo en Cristiano
Ronaldo uno de los elementos determinantes para la victoria, pero sí que fue un
encuentro serio, jugado con intensidad y con determinación. No dudaron en el
triunfo, ni siquiera cuando el Atlético de Madrid empató afloraron los
fantasmas que se presentaron en partidos anteriores como ante el Málaga o el
Villarreal. Más aun, el gol de Falcao significó el fin de los colchoneros en el
partido, que asistieron después impotentes a otros tres goles madridistas. El
Barcelona queda ahora a cuatro puntos y el partido del Camp Nou ya no será
definitivo para la Liga, aunque sí el más importante.
Su situación de ventaja sería idílica si no fuera porque la
diferencia ha ido disminuyendo hasta convertirse en preocupante. Pero más allá
de los puntos, el factor que más ha influido en el Real Madrid en los últimos
partidos era el nerviosismo. Contra el Málaga le costó el empate justo al
final, frente al Villarreal no fueron capaces de sobreponerse a un gol en
contra y en el partido del Valencia, jugaron desde el minuto 5 como si el
encuentro estuviera en el descuento. Mientras, el Barcelona ganando un partido
tras otro y, lo que es peor, con la sensación de que parece difícil que se deje
algún punto en lo que queda de Liga.
Pero la victoria de ayer vuelve a dar la vuelta a las cosas.
Ahora el Madrid tiene la Liga en su mano. Es cierto que el calendario es, a
priori, más complicado que el del Barcelona pero el equipo de Mourinho parece
haber recuperado la seguridad y la confianza. Son cuatro puntos y seis
jornadas, el Real Madrid puede aun fallar en dos partidos y los de Guardiola,
no. Uno de esos partidos será el Clásico en el Camp Nou. Muchos cuentan con que
allí el Barcelona recuperará tres puntos pero yo no lo tengo tan claro. El
Madrid es capaz de plantar cara al Barcelona, siempre que Mourinho se atreva, y
más ahora que tiene la oportunidad de sentenciar allí la Liga que, tras el
triunfo de ayer en el Calderón, parece que está mucho más cerca.
Foto: abc.es
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martes, 10 de abril de 2012
Boonen se convierte en leyenda
El pasado domingo terminó la temporada de clásicas de 'pavé',
que este año ha tenido un claro protagonista, Tom Boonen. El ciclista flamenco
se ha convertido en un mito del deporte de la bicicleta. En 2012, ha vencido en
Harelbeke, Gante-Wevelgem, Tour de Flandes y Paris-Roubaix, algo inédito y que,
sumado a todos los éxitos anteriores, le erigen como el ciclista con mejor
palmarés en las pruebas de piedras.
Ha sido una pena que este año no haya tenido como rival a
Fabian Cancellara debido a la caída en Flandes de éste, pero eso no desmerece
lo conseguido por Tommeke. Su dominio ha sido absoluto. En las tres primeras
pruebas sabiendo sufrir para batir a sus rivales al sprint y en El Infierno del
Norte culminando una cabalgada en solitario de más de 50 kilómetros.
Su palmarés es inigualable y sus 31 años auguran muchos más
éxitos. Ha entrado primero en meta cinco veces en Harelbeke, tres en
Gante-Wevelgem, tres en Flandes y cuatro en Paris-Roubaix. Nadie en la historia
le puede discutir su reinado sobre el adoquín. En los últimos años, Fabian
Cancellara ha intentado también entrar en el Olimpo de los más grandes sobre
esta superficie y lo ha hecho además de una manera épica, rememorando el
ciclismo de antaño con ataques espectaculares, pero al suizo le ha faltado ese punch ganador que siempre
ha acompañado a Tom Boonen.
El belga ha sufrido mucho durante su carrera hasta alcanzar
el puesto que hoy tiene. Ha tenido que sobreponerse varias veces a situaciones
complicadas. Primero en 2008, cuando sus problemas con las drogas y con el
alcohol le causaron un positivo por cocaína y, más recientemente, el pasado año
cuando numerosas lesiones no le dejaron competir a buen nivel y firmó, seguramente, la peor temporada de su carrera.
Sin embargo, en lo que llevamos de 2012 está obteniendo sus
mejores resultados y su actuación en las piedras le han convertido en una
auténtica leyenda. A Boonen le quedan todavía objetivos en esta temporada pero,
tras lo visto este año en la campaña del norte, la expectación para estas
clásicas en 2013 es máxima, ya que se podría vivir un duelo espectacular entre
Boonen y Cancellara.
Foto: elmundo.es
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