El pavé será el gran protagonista del Tour de Francia 2014.
En una edición en la que la organización ha decidido disminuir tanto la dureza de
la montaña, sin ninguna jornada maratoniana por las cordilleras francesas, como
los kilómetros contra el reloj, apenas poco más de 50, la 5ª etapa, que
atraviesa algunos de los tramos habituales de la Paris-Roubaix, podría tener
muchísima importancia en la clasificación final.
No será un día tan duro como El Infierno del Norte, incluso tiene algunos tramos capados, pero su
paso no es ni mucho menos testimonial como en otras ediciones de la ronda gala.
De los últimos 70 kilómetros de la etapa habrá más de 15 empedrados. Lo que
conlleva no solo la dificultad de estos tramos sino el nerviosismo que podría
causar en la carrera. Las caídas, las averías, los cortes y la tensión harán de
esta jornada una de las más trepidantes de todo el Tour. Los favoritos estarán
expuestos a todas estas complicaciones y no es descartable que alguno de ellos
se deje sus opciones de vencer en París en esta jornada. Ya están alertados y
se especula con que algún capo participe en alguna de las clásicas de pavé
durante la primavera.
Es una pena que ASO no haya dispuesto algo más de montaña y
más kilómetros contrarreloj pero se agradece la recuperación del pavé y la
demostración de que el Tour debe ser una carrera para ciclistas completos. El
recorrido está servido solo falta que en el julio próximos los corredores
brinden el espectáculo que esta prueba merece.
Foto: www.cyclesportmag.com
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