La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) acusa a
Lance Armstrong de haberse dopado y de participar en una red de distribución de
sustancias dopantes durante su carrera deportiva. No es la primera vez que se
acusa al tejano de dopaje pero hasta ahora siempre ha caído todo en saco roto,
si bien su honor se ha mancillado ya en muchos momentos y esta acusación parece
la más grave hasta ahora.
Nadie puede negar que Lance Armstrong es un luchador que
consiguió vencer al cáncer. Ése es un mérito que no se le puede quitar pero eso
no esconde que su contribución al ciclismo fuese más perjudicial que
beneficiosa. Armstrong controló el ciclismo mundial durante casi una década,
pero no sólo en la carretera. En los despachos, el americano también era el
capo haciendo y deshaciendo a su antojo desde la sombra con tácticas más
propias de la mafia mientras daba lecciones de moralidad al mundo. Tras
regresar después de su enfermedad, el estadounidense se supo con la autoridad
suficiente como para crear un sistema con él como líder y en el que había que
eliminar cualquier voz discordante, ya sea en lo deportivo o en lo personal,
puesto que se consideraba el único capaz de dictaminar lo bueno y lo malo. Su
poder llegó a tales cotas que se ha rumoreado que, tras dejar el ciclismo, su
idea era dedicarse a la política, aunque esa opción parece ahora algo lejana
tras haberse manchado ya demasiado su imagen. Su mito se tambalea, esa figura
del perfecto americano indestructible parece haber quedado atrás incluso para
los suyos.
Para llegar a alcanzar ese poder, Armstrong ha sabido
rodearse de gente afín y que tampoco dudaban en utilizar medios cuestionables
para sobreponerse a la adversidad. Johan Bruyneel ha sido muy importante en su
carrera y se encuentra también acusado ahora por la USADA. El director belga ha
tenido mucho poder en el ciclismo y también en los laboratorios. Curiosamente,
ninguno de sus ciclistas ha dado positivo en un control antidopaje, solamente
cuando dejaron su disciplina ciclistas como Floyd Landis, Tyler Hamilton o Roberto
Heras pitaron en el antidoping. Algunos ex – corredores de Bruyneel han hablado
de dopaje masivo en el seno del equipo pero todos ellos han sufrido un
linchamiento público que les ha llevado al más cruel del ostracismo. Con el dictamen de la USADA, Bruyneel ve
también que se encuentra en el momento más delicado de su carrera porque a esta
acusación hay que añadir que la situación en su equipo es insostenible con
enfrentamientos públicos con los hermanos Schleck o con Chris Horner y con
resultados deportivos muy mediocres para un equipo con la categoría de Radioshack.
La caída de Lance puede suponer también la suya.
La gente considera que el desplome de Armstrong a los
infiernos sería un golpe muy duro para el ciclismo y, efectivamente, lo es.
Pero no hay que olvidar que muchos de sus compañeros de generación han caído
también y muchos de mala manera con un linchamiento público que a algunos, como
Pantani, les ha costado la vida y parece que eso no ha importado a nadie. Todo
ello, mientras Lance Armstrong alcanzaba cotas inmensas de poder ayudado por
personas de dudosa reputación como el médico italiano Michele Ferrari, metido
de lleno en varias redes de dopaje. Lance Armstrong no puede quedar impune
cuando ha sido el gran beneficiado de la ventaja médica mientras otros han
caído en innumerables desgracias. El quitarle los siete Tours de Francia es lo
de menos, porque muchos de los primeros clasificados de esa época también han
estado implicados en casos de dopaje. Lo mejor sería anularlos y pasar página
pero sin dejar marcharse de rositas a un personaje que ha corrompido el mundo
del ciclismo.
Foto: sport.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario