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jueves, 14 de junio de 2012

El mito Armstrong se tambalea


La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) acusa a Lance Armstrong de haberse dopado y de participar en una red de distribución de sustancias dopantes durante su carrera deportiva. No es la primera vez que se acusa al tejano de dopaje pero hasta ahora siempre ha caído todo en saco roto, si bien su honor se ha mancillado ya en muchos momentos y esta acusación parece la más grave hasta ahora.
Nadie puede negar que Lance Armstrong es un luchador que consiguió vencer al cáncer. Ése es un mérito que no se le puede quitar pero eso no esconde que su contribución al ciclismo fuese más perjudicial que beneficiosa. Armstrong controló el ciclismo mundial durante casi una década, pero no sólo en la carretera. En los despachos, el americano también era el capo haciendo y deshaciendo a su antojo desde la sombra con tácticas más propias de la mafia mientras daba lecciones de moralidad al mundo. Tras regresar después de su enfermedad, el estadounidense se supo con la autoridad suficiente como para crear un sistema con él como líder y en el que había que eliminar cualquier voz discordante, ya sea en lo deportivo o en lo personal, puesto que se consideraba el único capaz de dictaminar lo bueno y lo malo. Su poder llegó a tales cotas que se ha rumoreado que, tras dejar el ciclismo, su idea era dedicarse a la política, aunque esa opción parece ahora algo lejana tras haberse manchado ya demasiado su imagen. Su mito se tambalea, esa figura del perfecto americano indestructible parece haber quedado atrás incluso para los suyos.
Para llegar a alcanzar ese poder, Armstrong ha sabido rodearse de gente afín y que tampoco dudaban en utilizar medios cuestionables para sobreponerse a la adversidad. Johan Bruyneel ha sido muy importante en su carrera y se encuentra también acusado ahora por la USADA. El director belga ha tenido mucho poder en el ciclismo y también en los laboratorios. Curiosamente, ninguno de sus ciclistas ha dado positivo en un control antidopaje, solamente cuando dejaron su disciplina ciclistas como Floyd Landis, Tyler Hamilton o Roberto Heras pitaron en el antidoping. Algunos ex – corredores de Bruyneel han hablado de dopaje masivo en el seno del equipo pero todos ellos han sufrido un linchamiento público que les ha llevado al más cruel del ostracismo.  Con el dictamen de la USADA, Bruyneel ve también que se encuentra en el momento más delicado de su carrera porque a esta acusación hay que añadir que la situación en su equipo es insostenible con enfrentamientos públicos con los hermanos Schleck o con Chris Horner y con resultados deportivos muy mediocres para un equipo con la categoría de Radioshack. La caída de Lance puede suponer también la suya.
La gente considera que el desplome de Armstrong a los infiernos sería un golpe muy duro para el ciclismo y, efectivamente, lo es. Pero no hay que olvidar que muchos de sus compañeros de generación han caído también y muchos de mala manera con un linchamiento público que a algunos, como Pantani, les ha costado la vida y parece que eso no ha importado a nadie. Todo ello, mientras Lance Armstrong alcanzaba cotas inmensas de poder ayudado por personas de dudosa reputación como el médico italiano Michele Ferrari, metido de lleno en varias redes de dopaje. Lance Armstrong no puede quedar impune cuando ha sido el gran beneficiado de la ventaja médica mientras otros han caído en innumerables desgracias. El quitarle los siete Tours de Francia es lo de menos, porque muchos de los primeros clasificados de esa época también han estado implicados en casos de dopaje. Lo mejor sería anularlos y pasar página pero sin dejar marcharse de rositas a un personaje que ha corrompido el mundo del ciclismo.

Foto: sport.es

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