Los nervios del recién ascendido

El presidente del Granada, Quique Pina, despedía ayer a Fabri González como técnico después de perder por tres goles a cero frente al Espanyol el pasado sábado. El técnico gallego deja al conjunto andaluz un puesto y un punto por encima del descenso, con la posibilidad de caer a ellos dependiendo del resultado de hoy entre Villarreal y Sporting. Una situación complicada pero realista teniendo en cuenta que el Granada es un recién ascendido y que hace dos años jugaba en Segunda B.
Ayer escuché al presidente del equipo rojiblando en el Partido de las 12 de la Cadena Cope decir que la destitución se debía a las tres últimas derrotas consecutivas y a unas declaraciones en las que criticó a sus futbolistas. No sé cuál será la relación de Fabri con sus jugadores pero no creo que suficientemente grave como para destituir a un técnico que ha subido a un equipo de Segunda B a Liga BBVA en dos años y que está haciendo una campaña más que digna en la máxima categoría. ¿Acaso pretende Quique Pina que el Granada luche por jugar en Europa la temporada próxima?
No es ni será la última vez que pase algo parecido. El presidente de un equipo recién ascendido se pone nervioso por algunas derrotas y cesa al entrenador. Cada uno debe saber cuál es su situación y el Granada está donde se preveía: abajo y luchando por no descender. Entiendo destituciones como la de Manzano en el Atlético o Aguirre en el Zaragoza, equipos que estaban en la clasificación muy por debajo de lo esperado, pero cesar a un técnico que ha hecho 20 meses espectaculares con dos ascensos consecutivos solo por perder tres partidos seguidos en Liga BBVA me parece excesivo.
Abel Resino será el entrenador ahora pero estoy convencido que también le tocará sufrir, incluso su situación es más complicada que la de Fabri, puesto que llega a un equipo que no conoce y con la temporada a la mitad. Espero que la situación del Granada mejore pero la ausencia de Fabri se notará sin duda en Los Cármenes.

Foto: rtve.es