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jueves, 12 de enero de 2012

Stanley Matthews, el primer Balón de Oro de la historia

Este lunes se entregaba un nuevo Balón de Oro. Esto me ha servido como pretexto para recuperar un post que escribí hace tiempo sobre el primer futbolista que recibió este premio, Stanley Matthews.
Matthews ha pasado a la historia como uno de los mejores jugadores ingleses de todos los tiempos, sin embargo su figura va mucho más allá de ser un gran jugador de fútbol. Dedicó 34 años de su vida a jugar al fútbol, tiempo en el que fue todo un ejemplo de humanidad y de deportividad. Su estilo de juego, extremo derecha que siempre intentaba regatear a los rivales, provocó que recibiera durante su carrera numerosas patadas, pero Matthews nunca se quejó, en su larga carrera no recibió ni una sola amonestación. Realizaba siempre el mismo regate, amagaba con la izquierda hacia el centro y salía con la derecha hacia fuera, todos sabían lo que iba a hacer, aficionados, compañeros y rivales, pero el excepcional extremo siempre conseguía zafarse del defensor, salvo que éste le soltara una patada, cosa que ocurría en numerosas ocasiones.
Nació el 1 de febrero de 1915 en Hanley. Era hijo de un barbero apasionado del boxeo, Jack Matthews. Su padre le obligó a realizar ejercicios ya desde pequeño, por lo que en el colegio destacaba ya por su velocidad, aunque nunca llegó a tener un físico atlético, más bien era un jugador pequeño y de poco peso. Pero lo que sí consiguió su padre fue que Stanley fuera riguroso en los entrenamientos.
Antes de comenzar su carrera futbolística trabajó como albañil. Pero a los 16 años empezó a jugar en un club de su tierra, el Stoke City. Desde el principio de su carrera quedó clara su habilidad y en tan solo 3 años, en 1934, debutó en la selección inglesa.
Al llegar la II Guerra Mundial, Matthews ya era un jugador importante, pero el conflicto cortó su carrera y a punto estuvo de terminar también con su vida. Tras el fin de la guerra, llegaron los mejores momentos de su carrera. Había abandonado el Stoke City para jugar ahora en el Blackpool (estos dos equipos fueron los únicos en su carrera) y en 1948 llegó a la final de la Copa, final que perdió. Perdió dos más antes de la final de 1953, donde llegó el único título de su carrera. Esta final es recordada como “la final de Matthews”, su equipo, el Blackpool, venció al Bolton por 4-3. El menudo extremo dio 3 asistencias de gol en los últimos 15 minutos, sin embargo el hecho de que esta final se recuerde como la “final de Matthews” viene más por el aura que tenía el de Hanley, ya que su compañero, otro legendario futbolista inglés, Stan Mortensen, marcó 3 goles en aquella final y también se le podría haber considerado el gran protagonista de aquél día.
Otro hito en la carrera de Matthews fue su elección como primer balón de oro de la historia, Fue en 1956, cuando contaba ya con 41 años, pero aún le quedaban algunos como futbolista. Con la selección aguantó hasta 1957, tras 23 años y 54 partidos. Participó en los mundiales de 1950 y 1954. Tuvo la mala suerte de vivir alguno de los momentos más duros en la historia de la selección inglesa, como las derrotas ante Estados Unidos y España en el mundial de Brasil en 1950 o la derrota ante Hungría por 3 a 6 en Wembley, en 1953.
Disputó su último partido en la primera división inglesa con 51 años y 5 días. Poco después de su retirada, la reina Isabel II le coronó como Caballero del Imperio Británico, primer futbolista que recibía el galardón.
Pero si por algo es admirado Stanley Matthews entre sus compatriotas es por su calidad humana. Recibió admiración de sus compañeros y rivales durante todas las épocas de su carrera, de los aficionados y de todos los que lo vieron jugar y comportarse dentro del campo debido a su habilidad en el juego, al fair play que demostraba, a su esfuerzo por mejorar y al amor que sintió y que demostró al fútbol. El 23 de febrero del año 2000 murió a los 85 años, tan solo habían pasado algo más de 30 años de su, según el propio Matthews, “prematura retirada”.

Foto: diariosdefutbol.com

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